miércoles, 16 de marzo de 2011

El Agujero


Imagen: D Sharon Pruitt

Sigo castigado.  Por fin me he acostumbrado a la oscuridad y ya casi nunca tengo frío.  Además, no se lo he contado a nadie ni recuerdo haberme portado mal estos días.  Esta vez apenas he llorado.

No entiendo por qué hoy tiene que entrar agua.  Fuera llueve más que otros días, porque el ruido parece vivir aquí conmigo.  Y si sigue así no podré ser valiente durante mucho tiempo  ¿Se acordará mamá de que aún no sé nadar?

(Gracias por la modificación, Agus ;-)

28 comentarios:

  1. Qué angustia, hija. Casi me has puesto el corazón en un puño por el pobre niño. Esta parte está muy conseguida.

    Me suena rara la frase "esta vez aún no he llorado apenas". Entiendo que la dice un niño pequeño y que tratas de reflejar la contradicción (no he llorado, pero sí), pero a mi se me ha enganchado la mente en esa frase y el relato ha perdido fluidez. Pero a lo mejor es culpa mía y a los demás no les pasa: a ver qué te dicen.

    Un "en cuanto te descuides te plagio"

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  2. Gracias Fer, tienes razón ¡qué ojo! esa frase la cambié varias veces, quería decir que a veces le castigaban por llorar pero esta vez casi consigue ser valiente todo el tiempo (pero claro, si tengo que explicarlo es que falla).
    Gracias corazón, un beso (tengo yo más para plagiarte a ti, así que yo que tú me lo pensaría, jeje)

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  3. Qué tristeza, Rocío, creo que nunca había leído un micro tan desolador.
    Un beso.

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  4. Has creado a la perfección la atmósfera de angustia, me has tenido con el alma en vilo y aún ahora estoy preocupada por el futuro de ese niño. Me ha encantado Rocío, tal vez tenga razón Fernando, y esa frase se enrede un poco, pero yo estaba tan metida en el relato que se me ha pasado por alto. Seguro que dándole una pequeña vuelta queda encajado a la perfección. Un beso.

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  5. Es un micro claustrofóbico, pero me gusta mucho cómo insinúas la parte de la historia que está fuera del agujero. Logras, gran mérito, no sólo encerrar al niño en el agujero sino también al lector.

    Respecto a la frase que comenta Fer, "Esta vez aún no he llorado apenas", yo, sólo es mi opinión, la dejaría así: "Esta vez apenas he llorado".

    Abrazos.

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  6. Estremecedor todo el relato pero la reflexión final te deja el corazón en un puño.
    Saludillos

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  7. Elisa, sí, no se me dan bien los optimistas, es para pensarlo, uff. Gracias y besos

    Maite, me alegro de que te haya angustiado ;-), creo que la solución a la frase me la ha dado Agus justo después. Un abrazo

    Agus, gracias, me quedo con tu solución, sencilla y evidente (escribir nos deja ciegos ¿?), no la cambio hasta que de por cerrada la entrada. ¡Gracias!

    Puck: sí pobre, mamá podía haberlo encerrado con sus manguitos... Un beso a todos, a trabajar...

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  8. Madre mía cuánto más leo la frase más me sorprende lo rebuscada que la dejé ¡ayns! gracias chicos, otra vez :-)

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  9. La última frase es muy angustiosa por todo lo que encierra incluido al niño. El micro supura soledad y confianza del niño a la madre en vez de agarrarse a su mano se agarra a un interrogante. Uff que desolación.
    Un abrazo.

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  10. Es realmente duro.
    Y lo transmites.
    Un beso, Rocío.

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  11. Ángeles, sí que está solo y angustiado, o así lo vi yo. Lo peor es pensar que hay peques en situaciones así, al menos este mío es ficticio, uff, sí. Un beso.

    Gracias Tor, un beso.

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  12. De espeluzne, Rocío. Me produce sensaciones contrapuestas. Quiero alejarme de él para no padecer lo que padece el niño. Quiero acercarme para leerlo de nuevo. A eso se le llama vibración, creo.
    Abrazos admirados,
    PABLO GONZ

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  13. Gracias Pablo, me alegro un montón de que hayas pensado en leerlo de nuevo aunque dé repelús, sí. Un abrazo fuerte

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  14. La mejor solución es la que te da Agus, cuando lo leí por primera vez entendñi lo que habías querido expresar, pero es verdad que esa frase enreda al lector. Con una esa expresión sencilla hasta se entiende mejor. Por lo demás, acongojante total. Tienes esa capacidad de ponerte a la altura infantil desde todas las emociones y vivencias.
    Besico

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  15. Hola Rocío. Que bien contado y que realista. Da pena ese niño repasando su conducta, sin recriminar la de su madre.
    Salud.

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  16. Rocío, has logrado exorcizar mis "penas" con este micro tan desolador. Tienes esa capacidad de dejar a uno sin aliento. Gracias también a Fer, por el detalle que querer plagiarte ;)

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  17. Rose, gracias guapa. Sí, aún no la he cambiado pero ya le he dicho a Agus que se la voy a adoptar formalmente :-) Besitos

    Joplin, no lo había visto así de llanamente, pobrecito, es verdad no culpa a nadie y busca en sí mismo qué ha hecho mal, sí. Gracias (y bienvenida ;-). Abrazos,

    Inesita, querida, gracias. Sí, Fer es un tesoro pero es mucho más "plagiable" él que yo... ;-) Muchos besos

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  18. Y a pesar de la angustia y la tristeza y la soledad y el maltrato y el dolor, hay una inocencia en el relato que lo hace tierno. Ese "mamá" del final es conmovedor. Te felicito.
    Saludos!

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  19. ¡Qué terrible! Me ha puesto los pelos como escarpitas. Retratas de maravilla el terror, la soledad del abandono de un niño.

    Besos a puñados.

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  20. Claudia, lo peor es eso, para los niños -a veces- mamá es mamá haga lo que haga. Gracias y un beso

    Lola, gracias guapa, espero que las cosas estén más tranquilas. Besos de recomposición ;-)

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  21. Me gusta ese tono, me gusta ese final. Un buen micro Rocío. Estoy de acuerdo con la frase que te propone Agus.
    Abrazos.

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  22. Gracias mil, David. Sí no hay duda en cuanto a la frase, todavía me pregunto cómo me salió esa vuelta tan exagerada. Besos

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  23. Made in Rocío.
    Cada vez más breves, cada vez más intensos.

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  24. Saljo, qué alegría. Estoy de viaje y he venido leyendo El cielo de los tomates en el avión. En cuanto vuelva te comento en tu blog. Gracias y un beso

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  25. Rocío, es un micro duro, sobre todo porque se ve el final del niño, cómo acabarán sus días. Me ha recordado a "El orfanato", porque el niño acaba de una manera parecida. Angustiante, como la buena Literatura.

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  26. Gracias Manu, sí que es durillo, voy a ver si me tomo unas pildoritas de optimismo para los próximos. Gracias por la visita y un abrazo

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  27. Miedo y espanto a parte iguales. Pocas cosas me parecen tan penosas como ver a un niño "consciente" (puer senex solía llamárseles) sometido a la tiranía irracional de unos padres descerebrados... Escribiste un texto que es la viva imagen de la desazón.
    Abrazos, Rocío

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