Como a veces no os cuento nada en semanas, hoy ración doble.
Muerto
Me acerco a la esquina sin despegar la espalda de los ladrillos. El sol ha calentado tanto la pared que siento mis antebrazos en carne viva, pero no puedo arriesgarme a delatar mi posición. Calculo rápidamente que el enemigo está a punto de colocarse en el ángulo perfecto. Levanto mi pistola de agua y apunto con cuidado.
Mi hermano aparece enseguida y se sobresalta un poco cuando grito “¡Muerto!”. La detonación se oye muy clara, en mi interior y afuera, por todas partes. Me sacude con fuerza hasta el hombro. Él se gira, me mira un momento y se desvanece.
Mamá sale corriendo al jardín, mientras el rojo de la camiseta de Jaime se intensifica en el centro del pecho. Lo zarandea muchas veces pero él no se mueve nada. Mamá grita mi nombre y me asusta. Dejo caer la pistola. Le he acertado de pleno.
http://alotroladodelespejorevista.blogspot.com/2011/09/muerto-rocio-romero.html
Estoy tan emocionada que llevo un rato pensando cómo explicároslo, pero lo voy a dejar así para no caer en cursilerías ¿vale? Por cierto, tengo que agradecer el resultado final a Rosana Alonso y a Fernando Vicente (chicos, como veis adopté vuestras sugerencias)
___________________________________________________________
2/ Mi regalo
Casi al mismo tiempo, mi amigo Fernando (otra vez) me ha dedicado un micro a través de Facebook sobre "el tema" y que, curiosamente, podría ser una visión posterior de la misma historia. La única pega es que me gustaría haberlo escrito yo... Gracias de nuevo :-)
Aún
no hemos tenido fuerzas para llevar a Cáritas la ropa de Dani. Cada vez
que entro a su habitación, siento una punzada de dolor cuando veo la
manga de uno de sus abrigos diminutos asomando fuera del armario y
cierro de un golpe la puerta del mueble. Si al hacerlo queda atrapada la
manga, no puedo evitar acordarme del accidente.
Fernando Vicente Galve
(Si descubro el título os lo haré saber ;-) )