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Se intuye que una tormenta es la
buena, la de verdad, cuando los cimientos de la casa gimen dentro de tu
estómago, cada vez más prieto. De todos
modos, alguien tiene que retirar el toldo del cenador a pesar del temporal. La escalera se tambalea y en cuanto toco la
primera viga metálica salgo disparada. Caigo
de espaldas, con fuerza, pero no siento dolor.
Apenas noto el vuelco fugaz del pánico
y la ceguera que deja el fogonazo, blanca y hueca.
Me levanto con facilidad y
compruebo que lo peor ha pasado. Ya no
llueve, el suelo está seco. Puede que haya
estado inconsciente un rato. Entro en
casa y llamo a los niños, pero no se oye nada.
Nada en absoluto.
Si me concentro, aún puedo oírlos. O me vuelvo deprisa y percibo sus sombras en el
hueco de la escalera. También los veo alguna
noche, pocas, cuando duermen profundamente. Siempre me sonríen aunque apenas me acerco. Si cedo al impulso, si rozo sus mejillas con
los labios, despiertan gritando y vuelvo a perderlos.
Aquí no hay nadie más, ya ni llueve ni anochece. A veces, con una punzada similar a la culpa, deseo que todo estalle de nuevo y que a alguno de mis pequeños, sólo a uno, me lo devuelva otro rayo.
Ya estamos aquí :-)
Como te haces desear Rocío...Triste relato y bello.La madre fantasma cuidando a sus hijos y deseando egoistamente a uno de ellos.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me estaba reponiendo del de las piedras y esto....
ResponderEliminarDuele leerlo. No vamos a ganar para tilas. :) Qué bien reflejada la soledad del vacío en el que está. Y qué triste el tercer párrafo. Es brutal; demoledor.
Me parece enormemente angustioso. No entendía la segunda frase ("de todos modos" parecía una contradicción, no un reto) hasta la relectura. Los dos últimos párrafos, pero sobre todo la mención del rayo, hiela la sangre. Enhorabuena por el engranaje, aunque me dejas bastante... "choqueada". Un abrazo.
ResponderEliminar¡Menos mal, no hay niños muertos! ;)
ResponderEliminarLo mejor del relato es ese fantasma solitario, cariñoso pero egoísta (normalmente los describimos como benéficos, vengativos, violentos...).
Las collejas, otro día
Un beso
Está aquí y con un micro EXTAORDINARIO-
ResponderEliminarBienvenida!
Un abrazo
Toda la mecánica de la pieza funciona a través de las ausencias, de la luz, del cese de la lluvia. Para hacer algo así se requiere técnica y arrojo. Te sobran ambos.
ResponderEliminarAbrazos.
Cada vez que abres tu casa es para regalarnos una perla única. Aquí hay que venir dispuesto a estremecerse.
ResponderEliminarUn microrrelato fantástico.
Hasta pronto.
Lo que más me gusta es la imagen de que los niños y ella sólo pueden verse cuando aquellos están profundamente dormidos. Pero cuando ella intenta besarlos, se despiertan y entonces se pierde el contacto.
ResponderEliminarEstupendo micro. Rocío.
Estoy con Agus, Ro. Sabes combinar todos los conocimientos, que ya tienes de sobra, con la emoción. Te arriesgas y te salen estos micros estupendos.
ResponderEliminarBesico
Rosa, gracias por seguir esperándome ;-), si normalmente no tengo demasiado tiempo para escribir ni para publicar o comentar, en verano ya ni hablamos... Besos de tormenta
ResponderEliminarMontse, gracias, te guardo una de mis tazas de tila preferidas y le pongo tu nombre ¿vale? También es el tercer párrafo el que más me gusta, el que encierra lo que en realidad quería contar. Besos
Susana, gracias guapa, cómo me alegro de helarte la sangre ;-). Muchos besos y suerte con ese libro, me alegré mucho de leer que estás en ello...
Depro -Fer, guapo-, no, no hay ninguno muerto pero deben de estar "cagaitos" y al borde del infarto los pobres ;-). No me había dado cuenta de que mi fantasma tenía una cualidad distinta, mil gracias por la perspectiva y besos sin empujón (por esta vez)
Patricia ¡gracias! sí ya estoy de vuelta a ver lo que nos cunde septiembre... muchos besos
ResponderEliminarAgus, jo, estoy por copiarme tu comentario en un papelito para cuando no me vea inspirada. Gracias mil
Mercedes, guapa, cómo me alegras el día cada vez te veo por aquí... Te he seguido en el blog este verano los micros y los consejos para novelistas (estupendos :-) ), aunque no siempre podía comentar porque la mitad de las veces lo leía desde el móvil. Muchos besos
¡Luis! gracias compi. Como le he dicho más arriba, a Montse, también es la parte que me gusta a mí, justo la que muestra su día a día como fantasma. Un beso
Rouse, corazón, ¿pero a ti no te han dicho que en vacaciones hay que descansar? Muchas gracias, reina, por asomarte desde donde estés y por las palabras de ánimo (como le decía a Agus, me las voy a imprimir para cuando "no me veo", jeje). Muchos besos y desconecta
Ay, Rocío, se te dan muy bien estos micros de fantasmas... :')
ResponderEliminarAcuática: Marina, guapa, mil gracias ;-)
ResponderEliminarMe gustó, Rocío. Lo encuentro muy cinematográfico, un aspecto de la literatura que cada vez valoro más.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
PABLO GONZ
¡Vaya! Gracias Pablo, eso no lo había pensado, un aspecto nuevo :-)
ResponderEliminarAbrazos y besos
Gracias a un comentario de Susana a tus micros he recalado aquí, para ir de lo duro (post piedras) a lo etéreo. Y me alegro mucho de haber sufrido por la visibilidad que imprimes a tus micros tan bien escritos. Te guardo para volver.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, me ha gustado mucho tu cuentito. Me pasaré de vez en cuando por aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Isabel, mil gracias (y también a Susana :-) ). ¿Sabes? yo a ti ya te tenía guardada... ;-) Bienvenida y abrazos
ResponderEliminarDon Iluso, muchísimas gracias, estás en tu casa :-). Abrazos
Qué historia de fantasmas más estupenda... Ese deseo de la madre muerta resulta tétrico y lúgubre de puro abisal. :-))
ResponderEliminarMe encantó la pieza, Rocío. Curiosamente no he sentido compasión por los niños, que a fin de cuentas siguen a salvo en el mundo real, sino por esa madre sola y nostálgica. ¡Tiene mucha fuerza!
Un gran abrazo
Gracias Gemma,
ResponderEliminarEs cierto, los niños están a salvo y la madre está muy sola, sí...
Disculpa la tardanza, llevo fuera toda la semana y -aunque Blogger me deja publicar vuestros comentarios- no podía responder desde el móvil.
Muchos besos