INCOMPATIBILIDAD
“Una señal”
murmura. Recoge el bulto inquieto de la
cesta y lo
examina con atención. Tiene buenos
pulmones, el número correcto de dedos y es un niño. El general imita aquel gesto casi olvidado
de
su nodriza. Lo acurruca con torpeza
contra la cota de malla. El bebé lanza
un grito de pequeño guerrero al sentir el metal frío contra la
cara y el
general se sobresalta. Con cuidado lo
devuelve al lugar en el que lo encontró y de un solo golpe
caritativo lo
atraviesa con la espada.
*He llegado al vendaval por los pelos ¡buff! gracias a los organizadores: Acuática, Ángeles, Maite, Depropio, y Thanos. Habéis trabajado un montón (y además genial ;-) )
Así me gusta, un micro tierno para una tarde de domingo.
ResponderEliminarHemos tenido una tarde horrorosa con blogger, así que solo he podido leer y comentar un 20% de los micros que nos han llegado. Espero ponerme al día etsa semana y decirte alguna cosilla allí.
Gracias por participar.
Jej, Fer, si es que luego decís que me paso de "pegajosa" (mi abuela decía "empachosa").
ResponderEliminarYo como he llegado tarde apenas he visto alguno de los últimos, así que también yo trataré de ponerme al día por allí. Buen trabajo, por cierto. Gracias y abrazos a montones
Cómo me alegra que este micro vea l aluz Ro, tçu sabes que es uno de mis favoritos. Me gustó desde el principio, es un micro acohonante y muy bien escrito.
ResponderEliminarAbrazo
Buena participación para el Vendaval. Todo un éxito.
ResponderEliminarUn saludo indio
Un final brutal para un micro que parecía "tiernecete", así que la sorpresa es doble. Pincho moruno de niño. Marchando!!!!
ResponderEliminarRocío, como siempre, un micro bien armado y con una excelente prosa, el espadazo final nos atraviesa también a los lectores. Un besazo y gracias por participar.
ResponderEliminarYo juraría que deje un comentario!!!
ResponderEliminar(LLámame pesada, que lo soy)
Con lo bien qué tratas tú a los niños ¿Qué te ha hecho este pobre?
Muy bueno Rocío
Besos desde el aire
¡Qué barbaridad, Rocío! Este micro me duele.
ResponderEliminarAbrazos de lejos, por si acaso.
PABLO GONZ
Rose, sí este es "tuyo" ya me acordé de ti cuando lo envié al vendaval, gracias Rosanita, corazón. Por cierto, qué guapa salías en Wínnapu ;-) Besos
ResponderEliminarNo comments, gracias, casi no llego pero al final... Y abrazos
Manu, qué gracia me ha hecho lo del pincho moruuunoo, jejejee. Gracias guapo. Besos
Maite, gracias, mira este va más mirado que otros porque lleva escrito un tiempo, así que gracias dobles. Y más gracias a vosotros, (uy cómo me repito :-) os lo habéis currado muchísimo y ha salido fenomenal.
Rosa, jaja, mi blog se come tus comentarios para que vuelvas por aquí todo lo posible :-). El pobre pequeñín no me hizo nada pero al general sí, que delataba su posición (!!).
Ay Pablo, siento que te duela!! tampoco era esa la intención ;-) Gracias y besos (cercanos, que no hay peligro)
Tremenda prosa tenés Rocío!! Me lo llevo al FB por si alguno se le escapó leer este cuentAZO!!! CLAP CLAP CLAP!!!
ResponderEliminarAug! me mataste...pero fué bonito morir así...
ResponderEliminarEnhorabuena!
Gracias Sandra ¡qué ilusión! Muchos besos
ResponderEliminarJuanlu, que a ti no, exagerao... que sólo se carga al peque para que no lo pisoteen los soldados... :-). Gracias por tus palabras y bienvenido!
Muchas gracias Rocío hemos quedado muy guapos el premio y yo puestecitos aquí.
ResponderEliminarBesazos desde el aire
Excelente lectura de ternura-brutal.Besos
ResponderEliminarCreo que todavía te ha quedado un micro demasiado tierno y pusilánime... si al menos lo hubiera asado vivo después de atravesarle.
ResponderEliminarMe gusta esta faceta tuya, primero la aguja de tejer y luego las espadas. La próxima que pase por aquí vendré listo para la guerra.
Rosa, gracias a ti por el premio, como te dije, es un placer enorme (!!) Mil besos agradecidos
ResponderEliminarMaría, cómo me alegra leerte por aquí, guapa!! ya te he visto también en FB ;-). Muchísimas gracias y besos
Alberto, jo para la próxima vez te voy a reservar uno de esos tiernecito de verdad, sin niño a la parrilla, ni agujas asesinas... sólo amor y rosas... y verás qué tostoncete, jeje. Gracias mil y un beso
Es brutal, Rocío, ya comenté en el Vendaval, me quedo con la versión (autocreada) de que es el niño el que da el espadazo, apuntaba maneras desde bebé.
ResponderEliminarAbrazos
Anita, gracias guapa (ya te leí aunque tarde). Bueeeno cada uno puede crear su final, veeengaaa ;-) Besos y cuídate
ResponderEliminar