Esta vez la historia nace a partir de la imagen de Paula Álvarez Alegría, que ha accedido a prestarme alguna de su colección. Gracias Paula, son preciosas.
DESMADEJADA
Tira del hilo ligeramente y se
deshacen varios puntos. No hay término
medio entre crear y destruir, sólo quedan algunas marcas de uso en las
hebras. Siempre prueba a estirarlas,
pero pierden esa flexibilidad inocente de la lana nueva.
Oye la puerta, sus pasos, y trata
de recordar deprisa por qué se supone que le ama. Lo intenta cada día. Para no tener que matarlo. En cuanto se acerca, él la empuja y cae sobre el
sofá. “Sabes que te encanta” le
susurra. Termina rápido.
Piensa
en cubrir las marcas que aparecerán en su cuello con algo suave, de
mohair. Y en los niños, también piensa
en los niños. Mientras calcula lo que
queda para que lleguen, sujeta la aguja con fuerza, la de tejer bufandas, y
decide que hoy va a acabar la labor.
Hoy tendrá lugar la última labor. Ese "Sabes que te encanta"... te mete de lleno en la piel de la protagonista y saca la ira fuera.
ResponderEliminarBien conseguido.
Un saludo indio
Rosa (Van al aire)
ResponderEliminarRocío. Tú si qué me has quedado con la boca abierta :o. Con ese principio suave de lana virgen y ese final truculento, inesperado. Y tus niños...en las sombras.
Besazos desde el aire.
Esa aguja sirve para mucho más que tejer y destejer. Muy buen tejido el que has hecho con este microrrelato de malos tratos, Rocío.
ResponderEliminarBesos, mil.
Excelentísimo, Rocío.
ResponderEliminarCon tu permiso lo subiré a mi fb.
Abrazos!
Jo, Rocío, y el primer párrafo es brutal, es un relato de lectura y relectura... buenísimo
ResponderEliminarAbrazos con miedo
Muy bueno, Rocío y muy duro también. Me ha encantado la madeja que has tejido y luego has deshecho.
ResponderEliminarBesos
Gracias Indio, me alegro de que veas la ira... Un abrazo,
ResponderEliminarRosa guapa, sí, casi me dejo a los niños, pero no he podido resistir la tentación ;-) Gracias y besos
Ay, mi Lola, gracias como siempre, corazón!
¡Patricia! Lo he visto en Facebook antes que aquí, gracias ¡qué ilusión!. Creo que es mi primer micro en Facebook (mmm, eso creo, sí). Besos
Y Anita, jo hoy me voy a dormir tan contenta :-). Ahora en serio, el primer párrafo es el que salió de la foto de Paula (una pena porque no la he podido poner más grande y tiene un enfoque originalísimo)... El resto lo encajé después. Mil besos y gracias
Los detalles, qué delicadeza. Y esa frase "no hay término medio entre crear y destruir". Ese amar para no tener que matarlo. Tu micro trasciende mucho más allá de la anécdota. Cómo se nota el amor a la escritura.
ResponderEliminarSupongo que no tengo que decir más para que sepas lo mucho que me ha gustado.
Besos.
La foto también es una belleza.
El texto se complementa muy bien con la foto :)
ResponderEliminarsaludos cordiales
Demoledora la frase final, Rocío, estupendo relato con una prosa magnífica y estupendamente estructurado. Hasta la única frase de diálogo y el monólogo interior, nos hacen estar agazapados tras las letras. Me encantó. Muy original esa metáfora de desmadejarse. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya giro!!! Realmente logrado, impactante.
ResponderEliminarFelicidades.
Me ha impactado este relato en el que me has sumergido de una forma suave para cogerme de las tripas después. El final, que tiene aires de liberación, acrecenta aún más el drama de esta vida desmadejada. Brillante, Rocío. Un abrazo.
ResponderEliminarELISA, no digas más, no, jeje ;-), muchísimas gracias guapa, besos
ResponderEliminarDON SERAPIO, bienvenido y mil gracias
MAITE, sí, en este caso la metáfora vino de la imagen y es la que dio pie a la historia, muchas gracias y besos (también muchos)
LUISA, como decía por ahí, temía que ese giro quedara algo desencajado porque partía de otra cosa. Gracias y muchos besos
PEDRO, tu comentario es mejor que el micro ¡gracias!
Un final muy inquietante, una aguja que es mas que una aguja, y una bufanda que es mas que una prenda de abrigo. Muy sutil, como los buenos textos.
ResponderEliminarGracias Manu, cómo me alegra que me digas eso :-) Un abrazo grande
ResponderEliminarUna historia dura pero realmente bella. Está muy bien escrita, Rocío, sin prisa y recreándose en la dureza de una vida gris. Muy bueno el micro y genial la foto.
ResponderEliminarQuerido Pablo, me alegro que te hayan gustado tanto el micro como la foto, que por cierto a mí me parece increíble (la imagen, claro :-) )
ResponderEliminarUn abrazo (y disculpa el retraso he estado fuera hasta hoy)
Estaba yo buscando una imagen para algo que quería escribir en mi fb y me he encontrado esta joyita. Y se me han quitado las ganas de escribir nada. Excelente relato. Muuuuy bueno. Me gusta. Click.
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