El tontorrón de mi hermano Andrés golpea el borde del plato
con su tenedor de plástico. Intercala el
repiqueteo sordo con chillidos de emoción y yo sigo haciendo muecas. Mamá le acerca otra cucharada de puré
mientras él se ríe de mis payasadas como loco.
Algo asombrada, ella se inclina en silencio y lo besa. Lamento de nuevo las sombras oscuras bajo sus
ojos.
El niño grita “tato”
y me separo de un salto. Golpeo la
jirafa naranja que está sobre la encimera y se cae, exactamente igual que antes,
nunca la vi a tiempo. Los tres nos
quedamos muy quietos. Hasta mi hermano
parece sorprendido. Mamá se gira hacia
mí y recoge el peluche con cuidado. Se
lo lleva a la nariz, lo mantiene allí un instante y comienza a respirar a
través del tejido con los ojos cerrados.
No quiero que llore, así que le saco la lengua a Andrés para que vuelva
a reír con su cara de luna. Mamá sigue
sin verme.
Para mi querida Rosa de Van al aire porque entiende como pocas madres a las madres de mis niños. Muchos besos
Para mi querida Rosa de Van al aire porque entiende como pocas madres a las madres de mis niños. Muchos besos
Haces (es deliberado el verbo) micros impecables y creas imágenes reconocibles, cercanas y certeras (la madre oliendo el peluche). La colleja es el título: sé que lo pones para reprocharme mi insistencia con reírme de tu fijación con el tema ;), pero es que adelantas el final y le quitas la gracia. Te lo digo con cariño, pero pegando de refilón con la punta de los dedos, que pica más. ;)
ResponderEliminarOtra chica a la que tengo que robar el cerebro, ainss
Rocío, tu historia es impecable pero no estoy yo muy fina hoy, tengo las lágrimas en los ojos y no me dejan ver...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Fer y Rosa ya han dicho lo que debía decirse, no me queda mas que aplaudir.
ResponderEliminarBravo, Rocío!!!
Este me lo apunto en el cuaderno de favoritos. ¡Qué bueno, Rocío!
ResponderEliminarAbrazos admirados,
PABLO GONZ
Has dibujado una escena intensa, demoledora, me ha puesto los pelos de punta.
ResponderEliminar¡Fer! me he reído con tu comentario :-P, además de la ilusión que me hacen las partes "sin collejas"... No me importa que te rías de mi fijación, guapo, lo tienes dificilillo para que yo me mosquee, jeje. En este caso el título sólo obedece a la falta de imaginación por mi parte, ni más ni menos. Además no estaba segura de si se entendería sin ser explícita. Ya sabes que se me da fatal... Oye tú no venderás alguno que te sobre... Besos
ResponderEliminarRosa, gracias, aunque ha sido a posteriori ya ves que te lo he regalado. Con mucho cariño. Siento mucho esas lágrimas. Mil besos, guapa
Patricia ¡gracias! Aprovecho para felicitarte por todas las publicaciones, estás que no paras :-) Y muchos besos
Pablo, jo, qué emoción. Muchas gracias y besos
Ay, Araceli, nos hemos cruzado. Gracias guapa.
ResponderEliminarBesitos
Rocío, has hecho un retrato perfecto de la pérdida y del dolor de la ausencia.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Rocio Ya sabes...
ResponderEliminarMillones de gracias y besos
Rocío, qué fijación más buena, como escritora. Yo no podría con este tema, y sin embargo tu impregnas a los niños muertos de mucha ternura. No dan miedo, dan ganas de jugar.
ResponderEliminarUn abrazo
No puedo dejar de comentar. Esa escena tan cotidiana, tan normal y de pronto a una como lectora se le enconge el corazón con esa imagen de la madre oliendo el peluche.
ResponderEliminarEs muy bueno.
Besitos
¡Es excelente Rocío! Coincido con Anita en que yo no podría con este tema y a tí se te da muy bien. Mérito extra.
ResponderEliminarabrazos,
Suscribo palabra por palabra lo que ha dicho Anita. Es un tema muy valiente. Abrazos.
ResponderEliminarDuele. Literalmente. Su hermano no, pero lo que es yo me estoy dando un hartón de llorar. Ya te vale!
ResponderEliminarGenial, Rocío, no dejas de sorprenderme. Es un micro excelente: emociona, te secuestra, te pellizca y dices "puñetas, estoy vivo, de repente me ha asaltado una ola de ternura inesperada".
ResponderEliminarUn lujo leerte.
Hasta pronto.
Esperanza, gracias, misión cumplida entonces. Muchos besos
ResponderEliminarRosa, de nada y gracias a ti, ya he visto el enlace en tu blog :-) Un beso muy fuerte.
Anita, cómo me ha gustado lo de las ganas de jugar ¡gracias!. Salvo por la sorpresa del peluche que cae, la escena que yo veía era bastante alegre... Besos
Gracias Elysa, la madre es quien está verdaderamente triste y el peluche era un nexo, sí. Muchos besos, guapa
Claudia, hoy me han preguntado -mis padres- por qué escribo sobre la muerte infantil. Y poco después he leído en Facebook que Rosa decía que era una forma de superar miedos. No sé si se me da bien pero creo que hay algo de eso. Gracias guapa
Susana, gracias, te digo lo que a Anita y Claudia... Acabo de descubrir que quizá tenga un motivo. Un beso
Montse, jaja, gracias o lo siento, no sé muy bien qué procede :-)
Mercedes, cómo me alegro de ese "pellizco" ;-) Muchísimos besos
¡Que bonito micro...!
ResponderEliminarGracias Rosio :-)
ResponderEliminarHola, es la primera vez que visito tu blog y veo que hay mucho "fantasma" suelto (vale chiste fácil)
ResponderEliminarConsigues una mezcla entre terror y ternura, enhorabuena. Da un poco de girma eh?
Un saludo
Ay, Rocío, ¿por qué siempre metes niños muertos en tus micros? ¿No ves que me haces llorar? Jou... :'(
ResponderEliminarYandros, bienvenido. Me alegra que alguien se lo tome con humor ;-) porque parece que esta vez ganan las reacciones tristes. Gracias y abrazos
ResponderEliminarAcuática, reina, no me llores, mujer, que al final me vais a hacer sentir culpable :-( (es broma, sólo lo justo ¿eh?) Besitos y gracias guapa
Hola Rocio:
ResponderEliminarEsta tarde lluviosa y gris ( es el Norte) la estoy dedicando a ampliar mis lecturas blogueras y te he descubierto . Encantada, encantadísima leo tu relato, aislado de los previos, fuera de contexto y me duele el dolor de esa madre que sujeta sus lágrimas contra la jirafa . La mirada de la hija , niña lista que quiere arreglarlo haciendo que el hermanito que a ella le molesta , vuelva a sus muecas para
que mamá sonría es ,para mí , aún más entrañable.
Leyendo los comentarios parece que hay una ausencia , una muerte. Ya me enteraré, en un primer momento pensé en maltrato , quizás también .
Te seguiré la pista así lo sabré y de paso disfrutaré con tu prosa.
Un saludo y " continúa". Á
Gracias Ángeles.
ResponderEliminarHe leído tu comentario desde el móvil y he venido pensando en tu lectura mientras volvía conduciendo. Lo curioso de este formato "micro" es que admite tantas interpretaciones que cada lector cuenta una distinta. Yo no pensé en maltrato al escribir, sin embargo, todo cabe.
Mil gracias y bienvenida ;-)
Es un niño encantador, por muerto que esté. Lo está haciendo muy bien, su mamá pronto dejará de sufrir.
ResponderEliminarUn saludo.
Genial, Rocío ese hermano muerto que vela por hacer menor el sufrimiento de su madre. El dolor de la madre, nos llega al corazón. Besos
ResponderEliminarGracias Alberto y Puri,
ResponderEliminarAlberto, no creo que deje de sufrir la verdad. Supongo que esas cosas no se superan nunca del todo.
Besitos a ambos