Fuente de la imagen (Aberrant Beauty) |
Llueves como todos, hacia abajo, empapando las aceras, muy
despacio al principio. Pero calas como
pocas lluvias en la vida.
Yo te recibo desnuda, voluntaria, para que todo lo borres y
me dejo arrastrar por ese río nuestro, tuyo. Y sé que te
quiero y sé que eso cuenta, quizá.
Ruedo por el cauce, enganchando las uñas rotas a la orilla y dejo en el fondo aquellos restos que no flotan, sedimentos de piel. Y a veces, para cuando llego al mar, después de tantas piedras, apenas reconozco mi cadáver.
Ruedo por el cauce, enganchando las uñas rotas a la orilla y dejo en el fondo aquellos restos que no flotan, sedimentos de piel. Y a veces, para cuando llego al mar, después de tantas piedras, apenas reconozco mi cadáver.